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martes, 22 de septiembre de 2020
Una PCR para detectar el virus en los espacios cerrados

Científicos trabajan en una bomba de muestreo que atrapará las partículas del SARS-*CoV-2 para analizarlas mediante la prueba.

 



Un equipo del Instituto de Investigación Sanitaria de las Islas Baleares (IdISBa) está desarrollando una metodología que permita recoger muestras de aire contaminado para después valorar la cantidad de SARS-*CoV-2 que hay en espacios cerrados concurridos mediante una variante de la prueba PCR particularmente sensible. Paralelamente, científicos de la Universitat Politècnica de València (UPV) diseñan un aparato que disperse un compuesto capaz de inactivar el coronavirus sin que cause efectos adversos a las personas y reduzca así el riesgo de infección. De este modo lo explica el investigador del grupo de Inflamación, Reparación y Cáncer en Patologías Respiratorias del IdISBa, Josep Mercader.



El virus que se encuentra en suspensión será recogido en un recipiente con una bomba de muestreo. Después, habrá que aislar el material genético de las muestras, el cual se empleará para cuantificar los niveles del coronavirus a través de la prueba PCR. Por otro lado, el aparato que se está diseñando a la UPV podría ser más eficiente que la aplicación de ozono: desinfectaría espacios cerrados sin la necesidad de tener que salir. Se podría usar en lugares concurridos como hospitales, escuelas, hoteles, restaurantes y centros deportivos, según Mercader.


Este estudio es uno de los 15 proyectos de investigación para luchar contra el coronavirus que ha financiado este año el IdISBa con un presupuesto de 403.860 euros. El director del instituto, Miquel Fiol, apunta que como condición las investigaciones tenían que tener una aplicación inmediata, inferior a tres años de duración. Algunos tienen aplicaciones evidentes que pueden facilitar la lucha contra la covid-19.



El investigador de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Mauricio Ruiz, y del IdISBa, Antoni Colom, trabajan en un sistema de información geográfica que permitirá en los ayuntamientos saber donde hay más casos positivos de coronavirus para poder priorizar donde hay que aplicar restricciones de movilidad o desinfecciones para evitar nuevos contagios.


El estudio se basa en indicadores como el lugar de residencia de los enfermos. Con el objetivo de evitar la identificación, pero, están desarrollando una metodología de anonimización geográfica basada en las áreas de salud, los barrios, los distritos censales y las isletas catastrales, explica Colom. En la investigación también participa el Ayuntamiento de Palma.



Posible tratamiento inmunitario


La transfusión de plasma de los que han desarrollado anticuerpos suficientes contra el coronavirus podría ayudar a inmunizar los pacientes positivos, según los últimos avances hechos por el estudio que lidera la doctora del hospital Son Llàtzer e investigadora del grupo de Enfermedades Infecciosas y VIH del IdISBa, Maria Arrizabalaga. El tratamiento, que ya se ha experimentado con éxito contra la gripe, la ebola y lo SARS-*CoV-1, no tiene ningún efecto adverso y es compatible con fármacos.



El equipo ha hecho transfusiones a 15 pacientes y, como ya se preveía, no han sufrido ningún efecto secundario. La mayor parte se encuentran en casa y ninguno ha muerto, según explica la doctora. Estos primeros resultados son esperanzadores, porque si se confirma que tienen un efecto positivo para los contagiados de covid-19, aumentaría la posibilidad de supervivencia. Para que el proceso tenga efecto hay que hacer la transfusión durante la primera semana desde que se detectan los síntomas de coronavirus en el paciente. Los resultados preliminares de la investigación no se publicarán hasta diciembre, dice Arrizabalaga, que añade que todavía tienen que hacer cinco transfusiones más al paciente para tener 20. Además, tienen que comparar estos datos con las de otra veintena de personas que hayan pasado el virus pero sin haber recibido plasma.



La pediatra de la clínica Rotger de Palma, Ruth Diez, lidera una investigación para saber si los síntomas por los cuales los niños de hasta 14 años llegan a urgencias son causados o no por el coronavirus. “Un resfriado común ahora puede ser un síntoma del virus, pero no se puede diferenciar por simple observación cuando llegan a la consulta”, comenta la médica. Añade que quieren conseguir que sea posible, porque así sabrán como atenderlos con seguridad y organizar mejor los sistemas de asistencia hospitalarios para evitar contagios.



Cada 15 días todos los participantes hacen pruebas PCR a los niños que llegan a Atención Primaria, a urgencias de pediatría de Son Llàtzer, Son Espadas, clínica Rotger y el Hospital Comarcal de Inca. Además, varios pediatras de ocho centros de salud de Mallorca colaboran. Las macetas se hacen desde julio hasta diciembre para ver “como va cambiando el número de pacientes”, según Diez. En agosto, un 5,5% de los niños dieron positivo, mientras que los primeros días de septiembre solo lo hicieron un 2%. “Los niños parece que se infectan menos que los adultos pero tienen cuadros médicos más leves”, apunta la pediatra, que se muestra optimista sobre los efectos del virus en los niños en invierno, que es cuando suelen enfermar más.



Los investigadores, sin embargo, se han encontrado un problema: cada vez tienen menos voluntarios. Diez explica que los padres tienen que dar su permiso porque los niños puedan participar en el estudio, pero como el proceso de la PCR es un poco “traumático”, prefieren que no les hagan más de las necesarias.

 

 

Fuente: Ara Balears - 18-09.2020